Cr. Luis Alberto Dalcol,
E.E.U.U. prohíbe vender a China chips informáticos y máquinas para fabricarlos. China amenaza con imponer un sistema de licencias para importar sus tierras raras necesarias para la producción.
La R.A.E., en la acepción que nos interesa, define por tierra al material desmenuzable que principalmente compone el suelo natural. Por tierra rara, referencia al contenido químico y distingue al lantánido. En el lenguaje técnico se denomina a las tierras que contienen metales identificados en un grupo de diecisiete elementos químicos de la tabla periódica (1). Químicos con propiedades particulares y dificultad de separación para su obtención con la pureza requerida para su posterior aplicación. Con la peculiaridad de ser magnéticos, luminiscentes y catalíticos, es decir con capacidad de imantar, emitir luz sin elevar temperatura y aptos para disolver o finalizar procesos.
El avance de la ciencia va incorporando el uso de estos elementos que requieren los productos; o, porque son nuevos o porque modifican su modo de producirlos. Internet, modificó todo, y las tierras raras son requeridas por los atributos mencionados que se necesitan para fabricar determinados dispositivos tecnológicos. Desde la telefonía móvil hasta los demás productos relacionados, como las pantallas y similares.
La producción ligada a combustibles fósiles, a combustión; emisores de residuos impuros, que tienen su plazo de extinción. La producción de energía con las turbinas eólicas que se expanden cada vez más por sus virtudes de generación de energía limpia con el viento que nos prodiga la naturaleza, sin contaminantes que afecten el ambiente.
En el ámbito espacial, el uso de estos elementos químicos es imprescindible. En los satélites, en el transporte de personas y de estaciones orbitales con toda sus aparatos y accesorios tecnológicos. La actual imposición de los drones hacen fuertemente demandantes de estas tierras que trasportan las propiedades particulares mencionadas, que permiten el aumento de la productividad; tan ansiada en la economía de la producción de bienes. En alimentos, medicina, criptografía, física cuántica; solo para mencionar algunas otras utilizaciones.
El no deseado belicismo lo usa en armamentos cada vez más sofisticados, para misiles y parecidos. La evolución es tan acelerada que los pronósticos se acortan. Mas no es arriesgado predecir que la necesidad de los metales contenidos en estas tierras emergen con un futuro de encargo sostenido y en crecimiento evidente.
No obstante se trata de químicos, que no son inocuos; su uso debe ser responsable y limitado a la recepción de la naturaleza y de la salud humana. En sus magnitudes y destinos, que no degraden la vida.
Hasta la fecha se la ha detectado en Australia, China, E.E.U.U., Ucrania y en algunos países de América latina y de África; siendo muy dispar sus niveles de producción. China se destaca como el principal productor.
Lo que realmente impresiona – y alecciona – es la provisión inmensa y continua de la tierra; de tanta riqueza que el hombre a medida que pasa el tiempo va descubriendo e incorporando en beneficio del progreso y de la civilización para ayudar a mejorar – bien manejado – el mundo en que vive.
- Lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio, lutecio, escandio e itrio.