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25 de Mayo 1008

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Cr. Luis Alberto Dalcol,

Nuestra filosofía occidental se apoya en la filosofía griega. Ésta se divide en pre y  post socrática. Sócrates fue la bisagra. No escribió su pensamiento, mas sus contemporáneos Platón, Aristóteles, Jenofonte  dejaron textos que irradiaran sus reflexiones.

La división temporal que marca  Sócrates se basa en su aporte y en que los filósofos que  antecedieron  a sus ideas, emanan de fragmentos y de testimonios. Posterior a él aparecen  escritos y  pruebas  más sólidas que los precedentes;  con inclinaciones, y tendencias más firmes. 

Muchos reconocen el inicio filosófico griego en Sócrates. Otros creen que fueron los pre socráticos que vivieran el período entre el año 700 a 300  aC. . Los que comenzaron a intentar explicar la razón de las cosas. Entre ellos Tales de Mileto (agua), Anaxímenes, Anaximadro (aire). Empédocles (suma a la tierra y el fuego). Pitágoras (cambia la cosa por la idea, matemáticas), Heráclito, el agua siempre es diferente (“no podemos bañarnos dos veces en el mismo río”), Parménides (todo lo pensable existe). Además, algunos estudiosos presumen que los griegos recibieron aportes de los bárbaros y de los egipcios y sus faraones – con sus dioses, magos y adivinos – que anduvieron desde el 3.100 hasta el año 30 aC y que apagaran los romanos.

No se duda que la palabra filosofía tiene origen griego. Algunos percibieron  la filosofía como sabiduría. Otros, como Pitágoras,  anticiparon que ningún hombre es sabio, que el único sabio es Dios;  en proemio de Diógenes Laercio.

Platón, discípulo de Sócrates, escribe sobre éste. También se ha escrito  que trazó cosas que Sócrates no dijo. Hasta se ha dicho que Sócrates leyó a Platón y manifestó: “¡Oh, que falsedades escribe de mí este joven!”.

Jenofonte conoce a Sócrates y le pregunta: “¿Dónde forman los hombres buenos y virtuosos?”. Sócrates responde: “Sígueme y lo sabrás”, desde entonces Jenofonte fue discípulo de Sócrates.

A Sócrates se le hace una estatua de bronce en Atenas, en el Pompeyo, donde estaban los varones más ilustres. No obstante Aristóteles recuerda que un mago de Siria reprobó a Sócrates y le dijo que moriría de forma violenta. Sócrates fue condenado a muerte, si bien no se sabe el lugar de entierro, Diógenes (1) imagina un epitafio en los siguientes versos:

  • “Tú bebes con los dioses
  • Oh Sócrates, ahora.
  • Sabio te llamó Dios, que es solo el sabio,
  • y si los atenienses
  • la cicuta te dieron, brevemente
  • se las bebieron ellos por tu boca.”

Esta nota es frágil, apenas insinuante. El  título es  fuerte y pretencioso. Propone estimular la búsqueda del texto apropiado.

  • “Vida de los ilustres filósofos griegos” Vol. 1. Diógenes Laercio.
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