Cr. Luis Alberto Dalcol, 02/2022
Las facturas próximas de luz pueden tener alguna relación con el viaje del presidente Dr. Fernández a China. Los acuerdos firmados sobre inversión pública refieren al sistema nuclear y equipamientos. Similar al que el Ing. Macri había iniciado. La elección también asemeja a la de Francia, que usa ese sistema en el 70 % de su producción y que encargara 6 nuevos reactores nucleares. Alemania, después del accidente de Japón, cambió y las nuevas inversiones viraron hacia la energía eólica.
En opinión del ex Secretario de Energía Ing. Alieto Guadagni el costo de operación del KW/H nuclear es el más elevado de todos; y el de la inversión supera en 4,8 veces al costo eólico y 6,6 al del ciclo combinado de gas y solar fotovoltaico.
Nuestro país posee una geografía pródiga y sub explotada para generar energía en reemplazo de la fuente fósil. En la hídrica existen posibilidades enormes, como la mareomotriz en la Península de Valdés, con las alternas mareas del norte y del sur del istmo Ameghino; equivalente a varios Chocón – Cerros Colorados. En la utilización de los vientos de la pampa y de la Patagonia, del gas de Vaca Muerta o la del sol que irradia en todo el país.
Por nuestra situación de precariedad económica las inversiones se alinean con la financiación. Las demora y – peor aún – se conciertan al interés de las necesidades del proveedor más que al interés del país. Porque el que las financia impone las condiciones, que son de la oferta, no de la demanda. Del que vende, no del que compra.
La energía es el elemento básico que necesitan las familias para vivir y las empresas para producir.
El volumen de producción y el precio son fundamentales para atraer inversiones competitivas, que relativicen las des economías o desventajas de localización que incrementa costos de traslados de bienes.
Direccionar correctamente las inversiones públicas es el inicio virtuoso que posibilita el retorno a posiciones dejadas en el desarrollo social y económico.
Nuestro país necesita de un orden en las inversiones de infraestructura que realiza el Estado, pues son determinantes para el ulterior proceso económico para lo cual se requiere fortalecer, inexorablemente, la macro economía para no verse obligado a tomar decisiones en forma restringida. La política debe convocar a los técnicos capacitados para guiar y egresar de este prolongado desvío que nos ha depositado en una incertidumbre que se alarga en demasía.