Cr. Luis Alberto Dalcol,
Aparentemente la economía del gobierno requiere de una inyección de fondos anuales de US 20.000 millones. Si bien no existe un plan económico que lo diga y que genere estos recursos, hasta ahora, el primer año lo suplió con un blanqueo y el segundo año con endeudamientos por préstamos del F.M.I.
El tercero, la próxima apuesta, va por otro blanqueo de US declarados o no, que se supone están en el “colchón”; fuera del circuito económico. Su respuesta es incierta, aunque con alta probabilidad de ineficaz. Se han presentado proyectos en el Poder Legislativo que presumen la inocencia fiscal del contribuyente. Eliminado o elevado montos a informar al órgano de control fiscal. Disminución en el tiempo de prescripción – que es acertado – mas no es atractivo para la incorporación del capital. De igual forma se elevan montos para calificar la evasión simple o agravada a 100 y 1.000 millones de pesos, respectivamente; presenta un régimen de ganancias simplificado que busca captar monotributistas. Si se compra un automóvil, la concesionaria no va a informar al ARCA; pero, difícilmente no lo haga a la UIF porque depende de normativa extra nacional. Asimismo se elimina una herramienta de control al excluir montos consumidos o variaciones patrimoniales no justificadas como hecho presuntivo de renta. Son medidas permanentes que debilitan la revisión y protegen la evasión.
En síntesis ninguna de las tres fuentes son riquezas creadas por la gestión, sino que son riqueza existente, más deudas contraídas por las que habrá que responder. La tercera está en proceso de ejecución. Preocupa además que ésta debilidad se acentúe, ante el anuncio del B.C.R.A., que las inversiones de no residentes se desobliguen de la estadía de seis meses; es decir que ahora puedan suscribir bonos, venderlos y comprar US subvaluados en el mercado local sin tiempo de espera. Especulación pura. Se induce a una inversión totalmente financiera, la que no se entierra en el país y huye al menor temor de problemas.
En el sector privado, excepto para Vaca Muerta y minería no viene inversión y en partes reemplaza bienes y servicios de producción local. Futura es un ejemplo. Aumentan los porcentajes de cheques rechazados, suben las presentaciones al amparo de la ley de Concursos y Quiebras, los cierres y la morosidad.
ARCA se vio obligada a dar planes de facilidades de pago para cancelar deudas vencidas hasta abril – impositiva y previsional – hasta 60 cuotas. Sigue el juicio de YPF por US 16.100 millones (y honorarios US 1.310/hora). Se liberan importaciones para autos y está ausente la reforma tributaria, previsional y laboral prometida.
El inversor extranjero aún no confía y el local se divide según su afinidad ideológica; no obstante de éste no se ven inversiones significativas. Inciden nuestros antecedentes – nueve default – y el contexto débil de institucionalidad en el ejercicio de la autoridad. Para calificadoras internacionales (MSCI) somos un “mercado aislado”, no estamos en el listado de plazas para inversiones extranjeras, ni siquiera emergentes.
La baja de la inflación y equilibrar la cuenta fiscal – aún condicionada – es situación necesaria pero no suficiente para el crecimiento económico. Persiste un enfoque financiero, por sobre lo económico; por sobre la producción y así es difícil crecer. Sorprende que el vice Ministro cause a la inversión y al crecimiento el déficit de cuenta corriente externa del primer trimestre de US 5.200 y no a la sobrevalorización del peso; y, que el vice del B.C.R.A. exprese que sobran reservas, cuando las reservas netas son negativas.
Hasta las elecciones la atención política reemplaza a la economica.