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25 de Mayo 1008

BENEFICIOS

ASOCIATE

El CEO (Chief Executive Officer) es, en las grandes empresas, el máximo ejecutivo. Asemeja a un Gerente en una empresa Pyme. Goza de buena fama pues ha alcanzado el mayor grado en el órgano ejecutivo, que junto al volitivo (la Asamblea) y al directivo (el Directorio) conforman la  estructura de una corporación.

Las grandes empresas son sociedades que están organizadas, sistematizadas y los cargos deben responder – principalmente – a aplicar órdenes pre determinadas, en oportunidades escritas en un manual de procedimientos.

El CEO puede ser de la casa central, o pertenecer a una región o sucursal. En estos últimos casos su responsabilidad estará acotada o reducida a los mandatos de la sede principal.

Las grandes empresas, como en el Estado, suelen transformar a los CEO´s, – en los buenos términos del sociólogo Max Weber – en burócratas de la organización. Un eslabón más de una extensa cadena que procura hacer eficiente a la empresa.

Cuando el CEO  sale del ámbito privado y ejerce funciones en la actividad pública hemos apreciado que ésta última lo absorbe y se expresa en otros términos.

El actual Jefe de Asesores del Presidente, ex CEO de Syngenta, Antonio Aracre, manifestó: “Si vos tenés que dar un derecho que es … salud o jubilación … no es si la puedo pagar … sino como financio ese derecho”. En la actividad privada no diría lo expuesto, primero  trataría de mejorar el sistema existente. Como la cobranza. El 50% de informalidad desfinancia cualquier ecuación de equilibrio. Controlar a los beneficiarios. Defender las duplicaciones ilegales de haberes. Desestimar las moratorias y otros atajos. No la fácil de pedir la plata.

Sobre el gasto de la política expresó: “es muy poco significativo”. En las empresas, cuando se tiene déficit – como en el Estado – todos los gastos son significativos. Además se marca un camino con  el buen ejemplo.

Dijo: “Si se afecta la planta del Estado” se genera “ … un proceso de desocupación”. En el ámbito privado, que sostiene al Estado, para el obrero esto se llama crudamente despido.

Agregó: “¿No tendremos que buscar algún nuevo tributo?”. En la empresa, que no vive de la imposición, sino de las posibilidades que le da el mercado, primero se procura cobrar las cuentas (en su caso cobrar los impuestos vigentes – bajar la evasión – ) y el de la  informalidad laboral ya dicha; y, al mismo tiempo revisar los  gastos improductivos. Reitero, no la fácil, que traslada el problema al privado con una nueva carga que  saca de competencia a la unidad productora.

Sobre si la ex presidente está proscripta expresó: “cualquier Juez te puede correr” … “con una sentencia más o menos definitiva” SIC. Sin comentarios.

Como queda expuesto el CEO no garantiza capacidad, eficiencia ni nada parecido. Obviamente que conviven el buen CEO y el otro, como en todas las ocupaciones laborales.

Posiblemente en la función pública existe  menos control y más libertad; y, sí ésta última se usa mal  se  expone, desnuda y se evidencia la ineficacia, la ineptitud  y la inoperancia.   

Cr. Luis Alberto Dalcol

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