Cr. Luis Alberto Dalcol.
El Gobierno, con acierto tardío, bajó impuestos a las exportaciones – retenciones – en forma temporal y a liquidar a dólar blend. No es inocente, sacrifica recaudación por adelanto de liquidaciones. Espera la respuesta en el aumento de la venta de los productores para hacerse de dólares anticipados. Hasta el momento no lo ha logrado. ¿Los productores esperaran otro valor de dólar para vender o más rebajas en los derechos de exportaciones?.
Las reservas siguen negativas, los juicios con el Estado avanzan, existen en espera abultadas remesas al exterior por dividendos, el peso se revalúa contra las divisas y los países con los que se comercia devalúan su moneda; un compuesto que saca a la producción local de competencia. El mantenimiento del cepo parece inevitable y la devaluación también, a ésta la detiene las elecciones próximas porque puede generar inflación y descontrol cambiario.
Si se levanta el cepo no hay reservas para contener una eventual demanda desbordada. Si se devalúa, se pierde lo ganado en estabilidad cambiaria e inflación que tiene condicionantes y efectos electorales muy marcados. Seguirá todo controlado en este liberalismo sui generis.
La sujeción del dólar y el aumento de precios son cuestiones económicas que elevan su incidencia en el humor social y resultan básicas para el discurso pre electoral. La inflación es un importante activo político.
El año que pasó se atendió solo lo financiero, no se abrió los ojos a la parte productiva. Ese descuido se está pagando y va a costar. A la unidad de producción se le incrementan los costos, principalmente en tarifas y se le reduce la demanda en precios y cantidades. Estas medidas deben ser oportunas, anticipadas. No se hicieron y traen sus consecuencias.
El motor de la economía es la producción privada interna. Ese debió ser el primer objetivo a fortalecer, o al menos contemporáneo. Con el aparato productivo en actividad se generan los recursos genuinos que mueven la economía. Falta un plan integrador, se fue por lo efectista no por lo básico que es la creación de bienes y trabajo.
El gobierno, posiblemente tire, transite este año; su único interés será político electoral. Necesita ganar poder, bancas, con las elecciones; a costa de la economía. Luego de las elecciones estará obligado a acomodar el valor del dólar que dice adecuado, mas no incentiva la inversión y el turismo se fue a vacacionar y comprar al exterior. ¿Es necesario otro indicador de la realidad para aceptar que el dólar está subvaluado?. Si es así, el índice Big Mac supera con el atraso del mercado paralelo del 20%.
Estas apreciaciones no son las deseadas, son las que indican el contexto de situación arribado, que como siempre es prepotente y a la larga se impone. Los relatos pueden maquillar momentos – no períodos – y los errores se pagan, inevitablemente.